viernes, 28 de octubre de 2016

La lectura de los partidos (@pablolopez111)

 Cuando estamos dirigiendo un club, un equipo, hay una serie de circunstancias que no podemos manejar, o nos cuesta más manejar, porque no dependen de nosotros.
 Pero la que únicamente depende de nosotros y no tenemos excusas en el error, es la lectura de los partidos. Cuando comienza un encuentro nosotros situamos un equipo titular en función de varias circunstancias; del rival, de las bajas, del planteamiento ofensivo, del  planteamiento defensivo, de los lesionados… cualquier circunstancia relacionada con la dirección de grupo.

  Una vez que comienza el encuentro, empieza la ¨lectura¨ del partido, del cómo se esta desarrollando el juego, de los acontecimientos que se están produciendo, de las situaciones que se están dando, beneficiosas o perjudiciales para tus intereses…

  Y ante ello tienes que empezar a analizar y ver cómo modificarlas, reforzarlas, alterarlas, o no moverlas. Es tu papel de entrenador, en ese momento no hay excusas de agentes externos, es el entrenador quien decide.

  Dicen que cuanto más partidos, y situaciones de estas hayas manejado, más completo eres cómo entrenador. Experiencia se llama. Grandes maestros como Vicente del Bosque, Luis Aragonés, Lippi, Trapatoni… han sido auténticos expertos en las ¨lecturas¨ de los partidos. Han vivido tantas situaciones que sabían como afrontarlas y las situaciones posteriores que se podían dar.

  En entrenadores más jóvenes también se observan grandes entrenadores, que son capaces de ¨dirigir¨ el partido sobre el guion que ellos establecen con anterioridad, y ante cualquier situación reversa, rápidamente actúan y logran modificarla, ejemplos vemos en Guardiola, Mourinho, Luis Enrique, Simeone...

  Para mí, es uno de los principales factores determinantes de un entrenador. No todo técnico tiene esa facilidad para entender e interpretar el juego, y tomar las medidas oportunas cuando la situación lo reclama.

  Analizar cuando realizar un cambio, qué jugador cambiar, qué jugador introducir, modificar un sistema de juego, un adelantamiento de líneas, una nueva velocidad del juego, un juego más directo, más elaborado, zonas por donde atacar….

 Hay muchos que están en tal grado de nerviosismo, y de excitación que se les nubla la dirección del partido, por estar  tan sobre alterados.

  Otros que la manejan muy dispar, hacen movimientos o actuaciones durante el encuentro, que les traen más consecuencias negativas que positivas. Sé equivocan en la ¨lectura¨.

  En muchas ocasiones es un ayudante, quien desde su puesto de tranquilidad en un encuentro, puede ayudar mucho al entrenador principal, para hacer la ¨lectura¨ adecuada.

  Por ello vuelvo a insistir en la dificultad que tiene ser buen entrenador. Entrenar lo puede hacer cualquiera…entrenar bien es muy difícil.

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