Querido papa:
Hola papa, tengo ya 11 años, cada vez estoy más grande y soy más listo, y voy estupendamente en los estudios. Pero… hay algo que me preocupa, y quería hablarlo contigo papa, espero que me entiendas:
Papa me encantas cuando me acompañabas a los partidos, animabas a los
compañeros y te ilusionabas cuando ves que mi equipo ganaba, perdía, o
empataba, que recuerdos ¿no?, cuando me hablabas en el desayuno del partidazo
que aremos, y de lo bien que nos lo vamos a pasar. Jamás se me olvidará. Pero últimamente
papa veo que hablas mal de mis amigos, amigos del fútbol, compañeros que
trabajan con las mismas ilusiones que yo en los entrenamientos y partidos, y
siempre estas criticando y chismorreando con la gente de lo mal que lo hace mi
amigo. Seguramente necesite ánimos y no una persona “envidiosa” como tú que,
que esté hablando mal con la gente y poniéndole pegas, para dar a entender que
yo soy mejor, pero lo triste no es eso papa, lo que me da más pena es que digas
que soy mejor que el, que mi amigo no tiene nada que hacer conmigo, que no vale
un duro, que no me quita el puesto ni dormido. A la persona que nombras como
“el que no tiene ni idea” es mi entrenador, una de las personas que más respeto
en este mundo y un ejemplo mío a seguir, para mi es mi mejor amigo papa, y me
siento ridículo cuando lo criticas, me siento inútil cuando me alabas delante
de él para darle a entender que soy mejor, me siento como una mierda cuando le
protestas por mis minutos jugados papa. Ese subnormal que yo llamo mi amigo
entrenador es una persona que me está transmitiendo los valores a través del
deporte papá, me está enseñando las virtudes esenciales para ser PERSONA, no un
futuro jugador de fútbol.
Me siento impotente cuando mientes por mis logros, cuando mientes a los demás
padres de llamadas de otros equipos interesados por mí. ¿De verdad piensas que
estoy a gusto? Quiero dejar el fútbol papa, para eso te escribo esta carta, un
deporte del que estoy completamente enamorado, pero gracias a ti me estoy
volviendo lo que nunca he sido, un egoísta, orgulloso, agresivo, envidioso, y
no quiero papa, no soy igual que tu.
Siempre me pongo en la piel de la persona a la que gritas mucho…si…el árbitro.
Esta persona pone un orden en el juego, se puede equivocar o no , pero siempre
intenta hacerlo de la mejor forma posible. ¿Sabes cómo me siento cuando lo
llamas para insultarlo papa? ¿Sabes la imagen que das siempre? Me avergüenzo de
ti papa, no quiero seguir en el fútbol no quiero ser un proyecto frustrado de
tu pasado papa. Quiero divertirme, pasármelo en grande con el deporte más
maravilloso del mundo, pero gracias a ti lo dejo, no quiero saber nada mas de
este deporte, no quiero que me uses de futura promesa, sacarte de pobre. Papa
yo ahora mismo SOY RICO, estoy rodeado de mis amigos, la ilusión de mis
compañeros cuando me ven llegar a los entrenamientos, y con las ganas y
felicidad que me reciben, estoy con el mejor entrenador del mundo, jugando al
deporte que mas me apasiona, y siempre contaba con tu ánimo desde las gradas, pero
no a mi persona, sino al gran equipo que tenemos. ¿De verdad piensas que merece
la pena?
Ayer el trabajo te impidió asistir al partido, me sentí libre, sin cadenas que
me atas, jugando con mis mejores amigos, mis compañeros, y no mis rivales de
posición. Cada vez que mi entrenador me cambiaba, yo sabía que era porque mi
compañero entrena los mismos días, las mismas horas y le ilusiona y apasiona
como a mi papa. El entrenador me cambio porque el lo creyó conveniente, y yo
estaba de acuerdo, pero cuando tu vistes eso, luego se lo echaste en cara papa,
me sentí humillado…Lo bueno que saco de esto papa ¿Sabes lo que es? Que no
cometeré con mis hijos lo que tú estás haciendo conmigo, me estas quitando la
oportunidad de ser niño, y estas destrozando mis momentos de felicidad. Anima a
todos los compañeros, no mires los cambios, minutos, la forma de juego
individual…Mira papa cuando David me da un pase de gol, mira papa nuestra
felicidad cada vez que conseguimos tirar a puerta, mira nuestras caras papa,
estamos disfrutando entre amigos. Papá déjame ser un niño, un niño que solo
quiere jugar, no eres un ejemplo para mí. Papa te quiero, pero jamás olvido…